martes, 7 de junio de 2022

Cómo el fetiche llamado Sunga castigó a un hombre

Pamela Uribe Valdés

 

El pueblo Vili

Los vili, también conocidos como bavili, fjort o fiote –estos dos últimos términos considerados peyorativos pues fueron usados por los portugueses durante la colonia–, son un grupo étnico del centro de África ubicado en lo que actualmente pertenece a la República del Congo, suroeste de Gabón, Angola y la República Democrática del Congo.

Vivieron en armonía en el antiguo Reino de Loango (desde el siglo XV hasta el siglo XIX) junto a otros grupos étnicos (Yombe, Lumbu, Vungu, Punu y Kugni) con quienes establecieron una buena relación para evitar conflictos. Sin embargo, el contacto con Occidente, particularmente durante la colonización francesa, aceleró el proceso de aculturación debido al uso de esta lengua y de la influencia cultural en la vida cotidiana.
 

Mapa del Congo en el siglo XIX (© 2000-2022 GlobalSecurity.org)

 

Durante la colonia, los vili realizaron intercambio comercial con los barcos europeos, pues cobraban impuestos por los diferentes tipos de productos que pasaban por sus costas. Sus clientes eran mayoritariamente portugueses fugitivos, alemanes, ingleses y holandeses. Sin embargo, el comercio de esclavos terminó por socavar rápidamente el estado de paz original. Más de 15.000 esclavos pasaban al año por las costas de Loango.

En cuanto a la cultura vili, es necesario mencionar que se ha caracterizado por poseer una estructura social matrilineal y una lengua común. En cuanto al lenguaje, los proverbios y las numerosas historias recopiladas tienen un lugar destacado, pues en ellas se nos dan a conocer aspectos de su espiritualidad, tradiciones y creencias.

La religión o superstición vili, así como su historia, se pueden rastrear fácilmente, pues durante las diferentes rutas que tomaron a lo largo de la historia fueron dejando lo que se ha denomina como “fetiches” o, en lengua vili Nkissinsi. Con este término los vili se refieren al espíritu misterioso que habita en la tierra. Nkissi es el poder desconocido en las hierbas, las medicinas y los fetiches.

 

Figura Vili comprada por Matisse


 

Una anécdota para finalizar esta breve introducción dice que en 1906 Henri Matisse compró una extraña figura tallada en una tienda de curiosidades en París. Esta pieza o fetiche esculpida por los vili del Congo tuvo un gran impacto en el pintor y, aún más, en su joven amigo Pablo Picasso, quien inmediatamente se sintió atraído por aquella compacta, simple y poderosa figura. Picasso, influenciado por la obra de Cézanne y El Greco y atraído por las esculturas y máscaras africanas, creó obras pertenecientes a los que hoy se conoce como “Periodo africano” o “Periodo Negro” (1906-1909).

 

Las señoritas de Aviñón (1907), de Pablo Picasso

 

 

Cómo el fetiche llamado Sunga castigó a un hombre

 

Basa era conocido por ser un buen pescador y un hombre muy inteligente. Él vivía en una pequeña aldea cerca de un río, donde, además, vivía su hermano gemelo.

Todos los días, Basa, al igual que otros hombres, salía a pescar al río y, como era común, atrapaba grandes cantidades de pescado. Sin embargo, solía llevarlo secretamente a su casa, para que nadie supiera la cantidad de pescado que había logrado atrapar.

Su hermano y sus parientes solían preguntarle todos los días: "Basa, ¿has pescado algo?"; a lo que joven respondía simplemente que no, aunque su casa estaba llena de pescado podrido o en proceso de pudrirse.

"Río Sangha", tributario del río Congo

 

Durante todo este tiempo el fetiche, Sunga, había estado observándolo. Cada vez que Basa mentía, Sunga se afligía al escucharlo. Así que un día envió a uno de sus moleques, o jóvenes criados, al lugar donde pescaba Basa, para que lo llamara.

Ese día Basa pescó tanto que tuvo que hacer unos canastos nuevos para poder guardar todo el pescado. Ya había llenado dos, y los había colgado en la rama más fuerte de un gran árbol, cuando escuchó tres claros aplausos, como si algún niño lo estuviera saludando, y luego escuchó una voz que decía: "ven con mi madre".

Basa, quien estaba muy asustado, respondió: "¿Qué camino? Por favor, muéstrame el camino".

"Sígueme"; dijo la voz del niño, quien lo dirigió hasta la orilla.

Cuando entraron al río, las aguas se secaron y todos los peces desaparecieron, de modo que el lecho del río les formó un camino perfecto. Incluso los árboles caídos habían sido removidos, para que Basa no encontrara la más mínima dificultad.

Al llegar a la cuenca del río, en medio del gran lago, vio un pueblo grande y hermoso. Allí, Basa fue recibido calurosamente por muchas personas, quienes lo condujeron hasta una silla y le pidieron que se sentara. El joven, temeroso desde un comienzo, se sintió alarmado por toda la ceremonia de recepción, y se preguntó qué significaba todo aquello.

Entonces Sunga, el fetiche, puso una mesa delante de él, la llenó de comida y vino y le pidió que comiera y bebiera. Pero Basa, desconfiado, se quedó quieto y le dijo a Sunga que, con el olor de los alimentos ofrecidos en aquella grandiosa fiesta ya se sentía completamente satisfecho. Como Basa no quiso comer ni beber, Sunga insistió en que debía hacerlo, por lo que el joven, empujado por el fetiche, finalmente aceptó y bebió todo el vino que había en la mesa.

En cuanto el joven pescador bebió sus últimos tragos, Sunga lo privó del poder del habla, para que nunca más pudiese mentir. El fetiche le ordenó regresar a su pueblo y, de esa manera, en el futuro, Basa debió comunicarse con las demás personas únicamente por medio de señales.


 

Pamela Uribe Valdés (1980). Investigadora chilena avecindada actualmente en Sudáfrica. El texto que presentamos aquí pertenece a un proyecto de recopilación y edición de narraciones tradicionales de distintos pueblos del África subsahariana. Algunos textos que ella ha publicado en este blog son: Escribo lo que me da la gana, Hablando de alabanzas, Unanana y el elefante, Fragmentos de un golpe - El dictador, El león y la liebre, entre otros.  

 

Créditos de las imágenes:
Mapa del Congo en el siglo XIX: © 2000-2022 GlobalSecurity.org 
Figura Vili de un fetiche: Archive Matisse (París). Sacado de https://www.bbc.com/culture/article/20170818-how-a-small-african-figurine-changed-art
Río Sangha: "Rivière Sangha", fotografía intervenida. Original del usuario "bayanga85" de Flickr.