De las últimas películas que he visto, la que más me ha llamado la atención es Atonement (2007), exóticamente traducida en los cines chilenos como Expiación, Deseo y Pecado. Se trata de la versión filmica dirigida por Joe Wright de la novela del mismo nombre publicada por Ian McEwan (2001).
La trama se basa en la historia de un amor que busca concretarse pese a todas las contrariedades familiares, judiciales y bélicas. Sin embargo, la cinta posee ciertas características que la rescatan de ser una película amorosa más llena de eventos lacrimógenos.
La historia comienza en la década de los '30 en la mansión de la familia Tallis ubicada en la campiña inglesa. Robbie Turner, hijo de una de las empleadas de la casa, trabaja para los Tallis como una forma de compensar la oportunidad que el padre de familia le ha dado para estudiar en la universidad. Del trato constante que durante todos esos años ha tenido con la familia, Robbie y Cecilia, la hija mayor de los Tallis, comienzan a sentirse atraídos entre sí, aunque ella pretende negarse a lo que siente por él, debido más que nada a un prejuicio de clase. Sin embargo, cuando por fin son capaces de expresar el amor que se tienen sucede un malentendido que los separará: Briony, la hermana de Cecilia, lo acusa de haber violado a su prima Lola. Robbie es enviado a prisión y cuando estalla la II Guerra Mundial, para salir de la cárcel se enlista en el ejército y es enviado a Francia. Robbie se mantiene esperanzado con la promesa que le hace a Cecilia de esperarlo.
Detrás de esta historia de amor es posible apreciar una serie de conflictos que enriquecen la trama.
Lucha de Clases
La sociedad que nos muestra la película es altamente estratificada. Sin embargo, el conflicto que se podría derivar de tal diferencia no se presenta en un principio y la primera parte de la historia se mueve en un ambiente sumamente idealizado. La casa señorial rodeada de prados y jardines, campo y bosques, ríos y fuentes en donde los dueños se relacionan armónicamente con sus sirvientes.
Pese a la familiaridad con que Robbie se relaciona con la familia Tallis, Cecilia es hostil con él en un principio, ya que no se permite amar a alguien al que se le ve como un subordinado. Sin embargo, esta primera posición da paso al reconocimiento de un amor que va más allá de las diferencias de clase. El amor aparece como un igualador social.
Sin embargo, ante la acusación que lanza Briony, la familia Tallis que tanto apoyara a Robbie, le da la espalda sin darle ninguna oportunidad de defenderse de la acusación. Esto revela su posición real dentro de la familia, la de un empleado y, por lo tanto, de un permanente desconocido, que puede hacer daño y esconder sus oscuras intenciones pese a mostrarse bueno con todos ellos. La desconfianza siempre estuvo. Sólo Cecilia confía en él y esta muchacha de la alta sociedad británica no teme besar a Robbie y demostrar así su amor mientras la policía se lo lleva y su hermana Briony ve la escena escondida tras las cortinas de su pieza.
La Guerra se transforma en la contracara de la idílica vida del campo inglés, siendo la visagra entre ambasa zonas el supuesto delito cometido por Robbie. Ya no hay praderas ni fuentes, ni niñas jugando a contar historias de hadas. Un grupo de tres soldados ingleses, uno de ellos es Robbie, se ha perdido de su destacamento principal en Francia e intenta encotrarlo en medio de una pradera gris y casas semi destruidas sin ser detectados por las fuerzas alemanas que están presentes en la región. En una de sus conversaciones nos enteramos de que salió de la carcel al alistarse de voluntario. La cárcel o la guerra. Su "libertad" fue al costo de entrar en el infierno.
Antes de entrar en él, Robbie pudo ver nuevamente a Cecilia, renovando sus juramentos de amor. Al igual que la escena en que la policía se lleva a Robbie, ella le dice "Vuelve conmigo" (Come back to me). Un imperativo que Robbie intentará cumplir como sea. La foto de una casa en la costa es la promesa de un futuro mejor si logra sobrevivir la guerra.
Especial mención tiene la escena de Dunkerque. El grueso de los ejércitos aliados se convoca en esta playa francesa para un "repliegue estratégico" y Robbie pasea por una zona deshecha con la esperanza de volver embarcado al día siguiente hacia Inglaterra en medio de hombres que intentan escapar de la barbarie en un exceso de alegría desesperada que los barbariza. La muerte detrás y la esperanza delante, pero con un mar sin barcos. Es la imagen de un infierno real con la tensión constante de si Robbie podrá escapar de allí. En una toma hecha en una sola secuencia sin cortes y con una música muy acorde a la escena, la cámara se pasea por aquel infierno y nos señala la profunda negatividad de dónde ha ido a parar Robbie por un malentendido. Todo se vuelve absurdo y conmovedoramente real.
La reflexión sobre las relaciones y límites entre una y otra frontera entre estos dos fenómenos es quizás el elemento más interesante de la película.
La historia comienza con Briony escibiendo una obra de teatro para ser interpretada durante una reunión familiar. La literatura se ve entonces como una "cosa de niños", una actividad infantil y con un alcance limitado a la entretención. Sin embargo, la ficción se vuelve en un principio nociva. Briony, considerada por su hermana como "fantasiosa" (fancy), después de haber leído una nota que Robbie le había pedido que entregara a Cecilia y que contenía un poema lujurioso queda con una impresión negativa de él. Le comenta a Lola que es un pervertido. Esta opinión se acrecenta al sorprender a Cecilia teniendo sexo con Robbie en la biblioteca de la casa. Esa misma noche Briony cree ver a Robbie violando a su prima Lola cuando toda la familia Tallis buscaba a los dos hermanos pequeños de ésta.
Es notable como la película explica los puntos de vista. La escena es repetida desde el punto de vista de los tres personajes involucrados y en ese cruce de verdades se muestra la posibilidad de que Briony haya malentendido. Pero se desliza también la duda de que todo haya sido malintencionado. Un amor idealizado y no correspondido puede convertirse en un odio desmedido. La ficción se vuelve así un fenómeno negativo. No sólo es una evasión, sino que su intervención en la realidad puede ser destructiva.
La sospecha sobre Briony se extiende por gran parte de la película hasta su confesión. Desde ahí la ficción pasará a ser el instrumento para poder subsanar el daño, para poder recuperar esa realidad perdida, la posibilidad de un amor que la realidad parece no querer reunir.
En una escena final vemos a una Briony casi anciana y ya consagrada como escritora haciendo una confesión pública de sus actos. Lo que comenzó como una crítica tradicional a la ficción, en que se la entiende como "mentira", algo que oculta la verdad y degenera la realidad, se pasa a una concepción mucho más integradora, en donde la ficción es la oportunidad de resarcir los cabos sueltos, los errores, de abrir la realidad a nuevas posibilidades. La película se vuelve entonces una defensa de la literatura y la imaginación.
Es notable como la película explica los puntos de vista. La escena es repetida desde el punto de vista de los tres personajes involucrados y en ese cruce de verdades se muestra la posibilidad de que Briony haya malentendido. Pero se desliza también la duda de que todo haya sido malintencionado. Un amor idealizado y no correspondido puede convertirse en un odio desmedido. La ficción se vuelve así un fenómeno negativo. No sólo es una evasión, sino que su intervención en la realidad puede ser destructiva.
La sospecha sobre Briony se extiende por gran parte de la película hasta su confesión. Desde ahí la ficción pasará a ser el instrumento para poder subsanar el daño, para poder recuperar esa realidad perdida, la posibilidad de un amor que la realidad parece no querer reunir.
En una escena final vemos a una Briony casi anciana y ya consagrada como escritora haciendo una confesión pública de sus actos. Lo que comenzó como una crítica tradicional a la ficción, en que se la entiende como "mentira", algo que oculta la verdad y degenera la realidad, se pasa a una concepción mucho más integradora, en donde la ficción es la oportunidad de resarcir los cabos sueltos, los errores, de abrir la realidad a nuevas posibilidades. La película se vuelve entonces una defensa de la literatura y la imaginación.
Ficha técnica
Tïtulo: Expiación, Deseo y Pecado (Atonement)
Director: Joe Wright
Guión: Christopher Hampton (Basado en la novela Atonement de Ian McEwan)
Elenco: Keira Knightley (Cecilia Tallis), James McAvoy (Robbie Turner), Saoirse Ronan (Briony Tallis, joven), Romota Garai (Briony enfermera), Vanessa Redgrave (Briony adulta).
Año: 2007
Duración: 130 min.
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