Pamela Uribe Valdés
Hace poco leí un artículo de Ntongela Masilela,
profesor emérito del Pitzer College (California, USA), en el que reflexiona
sobre la necesidad de incluir a intelectuales y escritores en lenguas originarias
dentro de la historia de la literatura africana, intentando
reescribir parte de esa historia. De esa lectura quisiera destacar el
denominado New African Movement,
concepto acuñado por Pixley ka Isaka Seme (1881-1951) en su manifiesto “The Regeneration
of Africa” (1906). En él plantea la necesidad histórica de construir una
"nueva modernidad africana" cuya esencia sería la liberación y la
descolonización, desafiando e impugnando la hegemonía de la modernidad europea.
Pixley ka Isaka Seme (1881-1951) |
Según lo señalado por Masilela, este movimiento duró aproximadamente
un siglo. Su punto de partida se remonta al año 1862, fecha en que el
intelectual y religioso Tiyo Soga (1829-1871) escribía la primera editorial de Indaba, medio de prensa (religioso)
mensual principalmente en lengua Xhosa, destinado a entregar un espacio para la
libre expresión de la comunidad. En este fragmento de la editorial que traduzco
a continuación, Soga plasmó con claridad sus intenciones: “Veo este periódico
como un contenedor seguro que preservará nuestra historia, nuestras
tradiciones, nuestra sabiduría. Los hechos de la nación valen más que nuestros
rebaños de ganado, dinero e incluso comida. Dejad que todas nuestras historias,
folclor […] sean guardados en el contenedor de nuestra nación.”
Tiyo Soga (1821-1871) |
El término de este movimiento está marcado por la
masacre de Sharpeville ocurrida en 1960. Ese año la policía abrió fuego contra
una manifestación pacífica opositora a la “Ley de pases”. Antes de continuar,
creo necesario abrir un paréntesis para explicar en qué consistían los pases. Éstos
eran documentos que debían portar todas las personas de raza negra, pues de lo
contrario se exponían a juicio y prisión, en ellos se detallaba el ingreso
específico de algunos de ellos a ciertos lugares reservados a los blancos. Cerrado el paréntesis, queda subrayar que la
consecuencia de ese lamentable hecho fue la muerte de 69 personas negras, entre
ellas mujeres y niños. Ese mismo año, el gobierno declaró Estado de Emergencia,
lo que concluyó con la detención de 11.727 personas, el cierre del Congreso
Nacional Africano y del Partido Comunista. Todos quienes no fueron detenidos debieron
forzosamente pasar a la clandestinidad o al exilio, es decir, la mayor parte de
los escritores e intelectuales que se reconocían como Nuevos Africanos.
Sharpeville |
Créditos de las fotografías:
Pixley ka Isaka Seme y Tiyo Soga: Wikipedia
Masacre de Sharpeville: Rising Sun Chats Worth
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