Hotel Paris
Creo que todos hemos perdido.
Aún recuerdo a la chica que ligaba con todos,
–Esta ciudad no te sienta bien– dijo ella,
mientras subía las escaleras del Hotel Paris.
“La gente está loca”, repite Bob Dylan.
Creo que la vida es hostil
y las noches largas,
como una carretera ciega, como un Cristo falso.
Aún sigo sentado esperando el tren que lleva a la ninguna parte,
esta gente está cada vez más loca,
Olivia se masturba en la cocina, mientras tú eres tu propio enemigo,
ya no pasan las horas. Siempre quise asesinar a alguien
en un infierno infinito, con el olor de la tierra y la sangre.
Creo que todos hemos perdido alguna vez,
corriendo en cámara lenta, desesperados pero solos
aferrados a la nada.
Los muertos te susurran mentiras al oído.
Creo que necesitamos lo mismo que los otros,
un boxeador pasa con una cruz al hombro,
alguien enciende un cigarrillo.
Creo que todos hemos perdido algo
y seguiremos perdiendo, por mil años.
–Ese rostro no te sienta bien–, dijo ella,
mientras lavaba sus genitales
en el baño del Hotel Paris,
“la gente está loca”, piensa el boxeador,
mientras come pan y porotos,
mientras la resaca sea cada vez más triste
y la pena de Dios, más negra.
Blues
Y nostalgia fue el niño dormido,
la bicicleta oxidada en el fondo del patio,
las manos arrugadas y resecas
del campesino que se emborracha en las cantinas.
Nostalgia fue la mujer del retrato,
el hijo muerto escuchando tras la puerta.
Nostalgia fue el instante de dolor por lo que nunca fuimos
el amor que nunca tuvimos,
la caricia del viento en una tarde de otoño,
y está bien, está bien.
Ya no habrá arrepentimientos ni culpas,
sólo habrá ese instante donde el presente deja de serlo,
para contener un poco de pasado,
un poco de amor y solo un poco de pena,
es esa sensación de huida,
de querer tocar el sol con las manos.
Nostalgia es el otro, el que nunca fuiste
pero dejaste de ser.
Nostalgia es el llanto contenido en las aceras.
El Boxeador
se despierta 1, 2, 3
la mañana huele a vino tinto,
al toque de gong los gallos cantan,
con olor a humo y acidez.
JhonnyBoy
ataca en su caballo negro
bangbang
dispara sus puños de plata
bangbang
rebota el gong
en la garganta del gallo
“¡Jesús era un marica!”
decía el boxeador
1, 2, 3
knockout
un derechazo en la quijada
el bebop salta
se estremece
el ring está lleno de sangre
el humo se estremece
los cánticos de las mujeres
haciendo estremecer
el tic tac de las horas
“¡Klaus Kinski era un hombre bueno!”,
decía el boxeador
y se estremecía
con el gong
y el ring
y el tic tac
Klaus Kinski era un hombre bueno
y Cristo era un marica,
gritaba el boxeador
al toque de gong.
5 millas para Tijuana
Rodando en una selva negra
sin pensar en Dios
sintiendo un mal olor
subir como heroína
ésta no es mi película
dijo ella
mientras quemaba sus manos
acaso no estamos presos del instinto
sólo quedaban sus zapatos negros
llenos de cal y de muertos
sigo rodando en la selva negra
con una mujer
que no recuerda su nombre
es hora de subir como la heroína
dijo ella
mientras cambiaba la película
éste es otro día triste
ella está sola
no tiene dónde arder
sólo rodar en una selva negra
con sus zapatos llenos de cal y de muertos
este infierno no te sienta bien,
ni esos zapatos negros
pensó ella
ésta ya no es mi película
es sólo mi presencia
desnuda y triste
rodando sobre un desierto negro
lleno de cal y de muertos
ésta es otra película
ya no queda tiempo
para llegar a Tijuana
vamos a subir
como la heroína
bajo un cielo negro
y un desierto
de coyotes y de muertos.
Oración a mi prójimo
A mi prójimo,
el lamento nuestro de cada día
las tardes lluviosas junto al brasero
los sueños rotos y el amor
las madrugadas sin sombras
el temor y el frío.
A mi prójimo
el dolor del hombre
y la pena de Dios.