lunes, 19 de abril de 2021

"Diableza" (selección) de Ingrid Yametti Castillo

 Ingrid Yametti Castillo





“Reconocer al Diablo y su infierno,

afirma la existencia de Dios y su paraíso…”

 

Yo no sé? La Maldad v/s Bondad?

En mi Universo, la Naturaleza es mi Diosa.

 

El día y la noche.

Luz y oscuridad en perfecta armonía conjugan la vida.

 

Soy su hija.

Encarno sus fuerzas alquímicas.

El fruto cósmico de los yuxtapuestos.

La Tierra mi Cuerpo,

el hogar amoroso y el tiempo desbastado.

El viento la intuición maestra,

el instinto salvaje.

Brotan del agua los sentimientos,

son corrientes indomables.

Y el fuego la mente…

 

La cárcel de laberintos o la puerta del espíritu.

Sobreexisto apasionada en realidades prismáticas,

encontrando dulzura en la diablura…

Justo! donde las polaridades atómicas,

se desprecian y se aman para generar

                                                La Chispa.

 

 

 

Ciclos

 

Estallo en versos sangrientos

Invocando ángeles que iluminen el camino.

 

Y todo está tan vacío

Todo es tan lejano

Tu mirada

Mi violenta ternura.

 

Canto en la noche llena de serpientes y veneno!

Y ya no hay más leche

en mis tetas caídas.

El oceánico espejo suspira

Despoja húmedos los trapos de esta carne.

¡Y se me viene la muerte

Palpitante en el desamparo de Dios!

Y tengo quince

Y tengo treinta

Y tengo todos los años del mundo

Desnuda

Cataclística

En la inmensidad de la locura.

 

 

Despertar

 

El viento se lleva los suspiros

            y el humo de cigarrillo

               que quedo de anoche.

Me agrieto y me reconstruyo

cíclicamente frente al museo de la memoria.

La quinta está repleta de risas

            bajo el sol de Noviembre.

Podrían freírse todos los sueños

            En esas latas oxidadas.

Y yo…

una pasajera más

en el engranaje prototípico de lo Humano.

 

¡Vivo fuera de mí!

Este pellejo se lo han comido los gusanos

Extinguiendo los nutrientes de estas vísceras.

Se han consumido mis pulmones

los hongos colonizan esta planta de Artificio.

 

Fuera de mí…

descansan mis ojos contemplativos.

El ahora es una constante rítmica.

Soy todo lo dulce que no he sido.

Miro tus ojos

Comprendo

No hay mayor soledad

que dejarse uno mismo.

 

 

 

Onírico

 

Anoche te apareciste en un sueño…

No sé si es un regalo o una condena

Una trampa en el subconsciente de Diableza.

 

Despierto

Saboreando el gusto de tenerte cerca…

Oler a chocolate y café

En el ajetreado día

de ser hombre

de ser mujer.

 

Despierto

para Ser

            en tu cama

                        En la pureza de la carne

                        En la naturaleza de amarse.

 

 

Piaccere

 

Quedo disfrutando de ti

Inocuo

     Transparente…

Ajenos a todos los cuerpos

                        Y las formas

A plena luz

            Amando

                        En segundos cristalizados.

 

Antes de ser corrientes de nubes.

Antes que la tierra ruja más allá

                        de los escombros.

 

Sobrexaltando el pellejo

La pasión implora tu sexo

Tu alma sacrificada en acertijos.

Sacudo los pies sobre la llama de la cordura.

Puedo leer y alimentarme en vigilia

Beber tu aliento

    Tus prolongaciones circadianas.

 

Cuando la noche siguió siendo noche

Cuando el día empuja

                                   mientras me resisto.

 

 

Crisol I

 

Intento parir el habla

reflejada en billones de espejos.

 

Veo la molestia en otros…

En mí

Por no valerme de estos momentos

                                   Deslenguados

…en Mi Verdad.

Soy la rabia y la melancolía!

Soy la niña que no escucharon

La manoseada y quemada

en hogueras mineralizadas

Encriptada en la contemplación del renacer.

 

 

Crisol II

 

Voy creando universos que se cruzan

Voy rompiendo esquemas

Voy quemando a la vela!...

Castigar sinceridad?

Castigar igualdad?

Es pecado libertario!

Sé que dolerá

Como duele todo en este mundo

Las estructuras

Los preceptos

Conductas aprendidas

de un “padre” sobreviviente

Sobreviviente en la sociedad

                        de la decadencia…

¡Y fuimos demócratas todos

Fascistas todos

Y destruimos todo

Todo parásitos

Huérfanos neoliberalizados

Humanas bestias egoístas!

 

 

Reflejos

 

Sincrónicamente desequilibrados

 

Arriba como es abajo

Adentro es afuera

 

La hermenéutica deshabita

los gritos nocturnos

 

Pongo trampas a los roedores

Escucho una que otra canción

que me recuerda a Ti

 

         a Ti

 a Ti.

La nada creadora

revela en el cuerpo

los venenos del alma

 

Risas y Llantos

juegan brisca entintados

 

Sube por mis pies dolor y vergüenza

Sudando retorcidas formas

 

La destrucción puebla los bolsillos…

 

Un Chincol apacigua el pulso

La tierra no está muerta… dice

La semilla brotará uno de estos días.

 


 

 

 

Ingrid Yametti Castillo (1981): Se presenta como Madre, Profesora y Terapeuta en Medicina Natural. La poesía es una constante desde su niñez, oficio que la lleva a experimentar la acción poética desde el teatro, la música y la plástica. Ha publicado en diversas revistas: Pichiche, La Manini, Hilonegro, Antítiesis, Pato Malo, La Cimarra (Barcelona), entre otras, y ahora en El descanso en la escalera.

Parte de su obra fue traducida al francés y expuestas en Les jardifoliz poétes du monde en 2018. Su primer libro, Santa Rabia, nace el 2008 junto a un CD con parte de la obra musicalizada por creadores en diversos estilos. En 2017 edita Violenta ternura, en Colección Litoral de los Poetas y el 2018, Diableza, con un trabajo experimental de poesía y música. El 2020 publica el compilado de versos subversivos Poesía en R-volución, que contiene fotografías de su trabajo plástico, Banderas Chilenas Intervenidas, que han sido exhibidas en distintos espacios.

 

Los textos que publicamos en esta ocasión son una selección de su libro Diableza.

martes, 13 de abril de 2021

"El Impostor" de Hugo Villar




El estado de las cosas

 

Yo vengo de Chile, un país ligado dramáticamente al tiempo

y a la naturaleza inexorable, yo vengo del pueblo del trueno

de la mítica ciudad de Talca, de extramuros y adoquines,

de mandrágoras pobres crecidas a orillas del Piduco.

Yo vengo de lo más profundo de la tierra,

donde el diablo perdió el alma, en una tierra bruta,

carcomida por el sudor del campesino, por los siglos y los inviernos violentos.

Yo vengo enraizado con litres y espinos, con el olor de la tierra mustia,

vengo entre tierras pobres y faluchos olvidados, entre hornos de carbón y corderos sangrando.

Vengo de un lugar donde el pan es humilde y los rostros de la gente emanan tristeza.

Vengo de la tierra prometida, de aborígenes ebrios y españoles asesinos.

Vengo de un lugar en el que el sol entibia las almas,

donde Dios fue feliz y triste a la vez,

donde se quedó la nostalgia, de ese lugar vengo,

lleno de ríos y de piedras, lleno de volcanes y de terremotos.

Yo vengo de un lugar al que Dios ama, pero le teme.

 

 

 

Monólogo del actor frente al espejo

 

Nunca bebas antes del mediodía

pues la noche es el infierno.

Nunca observes llorar a un pintor

porque sus lágrimas serán sus colores.

Nunca desees el mal

porque te caerá encima.

Nunca mires a la cámara,

que tu peinado siempre luzca bien,

no olvides que beber antes del mediodía no es aconsejable,

recuerda evitar los excesos,

no te fíes de las drogas,

ni de las chicas bonitas.

Nunca ofendas a tu prójimo

y por sobre todo, nunca olvides a tu madre,

ni a tus peores películas.

No olvides que antes de la muerte estás tú

y que en la pantalla eres eterno.

Recuerda mantener tu identidad

frente a los miles de personajes que quieren

ocupar tu cuerpo y tu mente.

No te metas en líos con la policía,

fíjate bien al cruzar la calle,

no andes descalzo.

Siempre debes cuidar tu rostro,

no dejes que toquen tu rostro,

ni bebas antes del mediodía,

nunca pagues por sexo dos veces la misma noche,

recuerda que Marlon Brando, MarcelloMastroianni

y Robert de Niro están siempre contigo.

Recuerda el que eres, piensa en el que serás,

trata de evitar los espejos y las mujeres fáciles,

no comas tanta carne, realiza ejercicio,

por favor no bebas antes del mediodía,

revisa tus bolsillos antes de entrar a escena,

quítate el maquillaje con aceite de almendras,

no olvides que errar también es humano

y que a todos nos cuesta llegar a fin de mes,

no odies a tus semejantes, siempre cepilla tus dientes,

trata de hacer el bien, cuida tu hígado,

no mientas tan a menudo, disfruta de los atardeceres,

no te desesperes, solo estás vivo,

no te acerques a las azoteas ni a los acantilados,

la idea te puede seducir,

debes comer cuatro veces al día,

no pienses tanto en la muerte, recuerda que estás vivo,

no importa si el empleado de la funeraria

maquillará bien o mal tu rostro, no te atormentes,

siempre recuerda que estás vivo

y que antes del mediodía no se puede beber.

 




Divididos

 

Es esta pena que quiebra a los hombres,

es esta cólera que parte las almas,

es este odio que me mantiene de pie,

que me corroe por dentro, odio que no quiero sentir,

pero siento con todas mis fuerzas,

es el odio que me mantiene vivo,

atento, despierto, desesperado,

yo solo quiero ser menos malo

y dejar de sentir este odio

que se apodera de mi cuerpo y de mi mente,

que me enferma y saca a flote mi peor yo.

Es este odio que no me suelta

y de alguna forma me constituye y me pertenece,

“en todas partes se cuecen habas”, dicen,

en todas partes se engendran odios,

sin que lo queramos, sin que los invoquemos,

como los sentimientos nobles,

el odio también es de verdad,

el odio también duele,

yo por mi parte no quiero sentirlo más,

pero estoy ligado dramáticamente a él.

 

 

 

Hollywood

 

De Hank no sé nada, nadie sabe nada,

de Bukowski solo sé

que le gustan los hipódromos

y las chicas baratas,

sus bolsillos aún están rotos

y los cincuenta dólares

que ganó en las apuestas

se le caen por los pantalones,

ya no le teme a su rostro,

solo le teme a los cuchillos

y a los relatos de John Fante,

le teme a las habitaciones pequeñas,

ya no quiere ser Mickey Rourke, ni Matt Dillon,

solo quiere sentirse como Humphrey Bogart

y ligar con una chica bonita, de trasero firme,

jugar a los caballos y ganar unos buenos dólares,

Bukowski solo quiere dejar de bramar en los callejones sucios,

quiere volarle los sesos a alguien,

dejar ese empleo maldito

y sobre todo quiere dejar de pensar en Hank,

de quien nadie sabe nada.

 

 


 

 

La ciudad desnuda

 

Ya no es Natasha Kinski la que se refleja tras ese espejo roto,

ya no es su presencia infinita, transfigurada en miles de imágenes,

por miles de años, casi tocándose, como un cristal roto.

Sangrando por los labios de Natasha Kinski, con sus alas de ángel y sus pechos firmes.

Seguimos parados en este desierto eterno, deambulando entre espejismos

y realidades paralelas, entre noches nauseabundas, sumergido entre el calor

del desierto y las piernas de Natasha Kinski.

Ella está sola en el horizonte, solo veo su cuerpo arder, mientras se eleva

con sus alas de ángel, mientras deja de ser ella, para convertirse nuevamente

en el espejo roto, multiplicado en miles de imágenes eternas.

Deambulando entre este desierto que no es ni Paris ni Texas,

es solo el reflejo del espejo roto, de miles de realidades paralelas,

de todas las NatashasKinskis que han existido, por todos los siglos,

en todas las cosas, en todas las imágenes borrosas, en todos los ataúdes vacíos,

en todas las mujeres gimiendo, desnudas, mojadas, con el hedor a sexo.

Aún sigo ardiendo junto a Natasha Kinski en un desierto absurdo, sin forma,

construido de espejismo y espejos rotos.

 

 

 

La sombra

 

Solo creo que cuando llegue la muerte me seguirá sigilosa

por las grandes avenidas, cuando me aceche por los suburbios,

se detendrá en las esquinas y me verá pasar desde el rostro

de un mendigo, o de un niño, o de una mujer fea, me mirará quizás,

con mi propio rostro, reflejada en un espejo.

Cuando creo sentir el acecho, siempre trato de cuidar mi espalda,

siento que en cualquier momento un puñal lleno de ira y de siglos

caerá sobre mí, majestuoso, brillando en el medio día de

Talca o de Linares, brillando como un puñal romano.

A veces creo sentir la respiración lenta y pesada de la muerte sobre mi espalda,

succionando mi cuello, carcomiendo mi rostro y mi cuerpo, degradando mi ser,

cada vez más sigilosa y más lenta, como una mujer vieja, llena de odio y de maldad,

siempre al acecho, observándome en las avenidas y en los suburbios,

siempre inquieta, hedionda a carroña, mirándome desde los rostros

de los mendigos, y de los niños, y de las mujeres feas, mirándome en el reflejo

del espejo, sintiendo mi hedor a carroña.

 

 

 


 

 

Hugo Villar Urrutia (Talca, 1981) es un poeta y creador audiovisual. Estudió Pedagogía en Religión y Filosofía en Talca y, posteriormente, cursó un Magíster en Literatura y Artes Visuales en la Universidad de la misma ciudad.

En cine ha trabajado en la dirección de Talca On The Road (videoarte) y los documentales Sota y Sonrisas de Paz. Del mismo modo produjo, actuó y escribió el guión de la primera película de acción talquina, Los Culpables, estrenada en 2017.

En literatura ha publicado los libros de poesía y cuentos Extramuros (2015) y El Impostor (2016). Los poemas publicados aquí, pertenecen a este último libro.

También ha participado en la antología de poesía social Verbo Latente (2018) y actualmente es columnista del suplemento “Temas” de diario El Centro y se desempeña como profesor en la escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca. 
 
 
Créditos de las imágenes: Hugo Villar