Ingrid Yametti Castillo
“Reconocer al Diablo y su infierno,
afirma la existencia de Dios y su paraíso…”
Yo no sé? La Maldad v/s Bondad?
En mi Universo, la Naturaleza es mi Diosa.
El día y la noche.
Luz y oscuridad en perfecta armonía conjugan la vida.
Soy su hija.
Encarno sus fuerzas alquímicas.
El fruto cósmico de los yuxtapuestos.
La Tierra mi Cuerpo,
el hogar amoroso y el tiempo desbastado.
El viento la intuición maestra,
el instinto salvaje.
Brotan del agua los sentimientos,
son corrientes indomables.
Y el fuego la mente…
La cárcel de laberintos o la puerta del espíritu.
Sobreexisto apasionada en realidades prismáticas,
encontrando dulzura en la diablura…
Justo! donde las polaridades atómicas,
se desprecian y se aman para generar
La Chispa.
Ciclos
Estallo en versos sangrientos
Invocando ángeles que iluminen el camino.
Y todo está tan vacío
Todo es tan lejano
Tu mirada
Mi violenta ternura.
Canto en la noche llena de serpientes y veneno!
Y ya no hay más leche
en mis tetas caídas.
El oceánico espejo suspira
Despoja húmedos los trapos de esta carne.
¡Y se me viene la muerte
Palpitante en el desamparo de Dios!
Y tengo quince
Y tengo treinta
Y tengo todos los años del mundo
Desnuda
Cataclística
En la inmensidad de la locura.
Despertar
El viento se lleva los suspiros
y el humo de cigarrillo
que quedo de anoche.
Me agrieto y me reconstruyo
cíclicamente frente al museo de la memoria.
La quinta está repleta de risas
bajo el sol de Noviembre.
Podrían freírse todos los sueños
En esas latas oxidadas.
Y yo…
una pasajera más
en el engranaje prototípico de lo Humano.
¡Vivo fuera de mí!
Este pellejo se lo han comido los gusanos
Extinguiendo los nutrientes de estas vísceras.
Se han consumido mis pulmones
los hongos colonizan esta planta de Artificio.
Fuera de mí…
descansan mis ojos contemplativos.
El ahora es una constante rítmica.
Soy todo lo dulce que no he sido.
Miro tus ojos
Comprendo
No hay mayor soledad
que dejarse uno mismo.
Onírico
Anoche te apareciste en un sueño…
No sé si es un regalo o una condena
Una trampa en el subconsciente de Diableza.
Despierto
Saboreando el gusto de tenerte cerca…
Oler a chocolate y café
En el ajetreado día
de ser hombre
de ser mujer.
Despierto
para Ser
en tu cama
En la pureza de la carne
En la naturaleza de amarse.
Piaccere
Quedo disfrutando de ti
Inocuo
Transparente…
Ajenos a todos los cuerpos
Y las formas
A plena luz
Amando
En segundos cristalizados.
Antes de ser corrientes de nubes.
Antes que la tierra ruja más allá
de los escombros.
Sobrexaltando el pellejo
La pasión implora tu sexo
Tu alma sacrificada en acertijos.
Sacudo los pies sobre la llama de la cordura.
Puedo leer y alimentarme en vigilia
Beber tu aliento
Tus prolongaciones circadianas.
Cuando la noche siguió siendo noche
Cuando el día empuja
mientras me resisto.
Crisol I
Intento parir el habla
reflejada en billones de espejos.
Veo la molestia en otros…
En mí
Por no valerme de estos momentos
Deslenguados
…en Mi Verdad.
Soy la rabia y la melancolía!
Soy la niña que no escucharon
La manoseada y quemada
en hogueras mineralizadas
Encriptada en la contemplación del renacer.
Crisol II
Voy creando universos que se cruzan
Voy rompiendo esquemas
Voy quemando a la vela!...
Castigar sinceridad?
Castigar igualdad?
Es pecado libertario!
Sé que dolerá
Como duele todo en este mundo
Las estructuras
Los preceptos
Conductas aprendidas
de un “padre” sobreviviente
Sobreviviente en la sociedad
de la decadencia…
¡Y fuimos demócratas todos
Fascistas todos
Y destruimos todo
Todo parásitos
Huérfanos neoliberalizados
Humanas bestias egoístas!
Reflejos
Sincrónicamente desequilibrados
Arriba como es abajo
Adentro es afuera
La hermenéutica deshabita
los gritos nocturnos
Pongo trampas a los roedores
Escucho una que otra canción
que me recuerda a Ti
a Ti
a Ti.
La nada creadora
revela en el cuerpo
los venenos del alma
Risas y Llantos
juegan brisca entintados
Sube por mis pies dolor y vergüenza
Sudando retorcidas formas
La destrucción puebla los bolsillos…
Un Chincol apacigua el pulso
La tierra no está muerta… dice
La semilla brotará uno de estos días.
Ingrid Yametti Castillo (1981): Se presenta como Madre, Profesora y Terapeuta en Medicina Natural. La poesía es una constante desde su niñez, oficio que la lleva a experimentar la acción poética desde el teatro, la música y la plástica. Ha publicado en diversas revistas: Pichiche, La Manini, Hilonegro, Antítiesis, Pato Malo, La Cimarra (Barcelona), entre otras, y ahora en El descanso en la escalera.
Parte de su obra fue traducida al francés y expuestas en Les jardifoliz poétes du monde en 2018. Su primer libro, Santa Rabia, nace el 2008 junto a un CD con parte de la obra musicalizada por creadores en diversos estilos. En 2017 edita Violenta ternura, en Colección Litoral de los Poetas y el 2018, Diableza, con un trabajo experimental de poesía y música. El 2020 publica el compilado de versos subversivos Poesía en R-volución, que contiene fotografías de su trabajo plástico, Banderas Chilenas Intervenidas, que han sido exhibidas en distintos espacios.
Los textos que publicamos en esta ocasión son una selección de su libro Diableza.