martes, 20 de febrero de 2024

La bella desconocida que mató al rey

Historia popular del sur de Nigeria

Traducción y adaptación de Pamela Uribe Valdés


Mbotu fue un rey muy famoso del antiguo reino de Calabar. Estuvo frecuentemente involucrado en guerras, de las cuales salía siempre victorioso, pues era un líder muy hábil. Todos los prisioneros que tomaban en aquellos años eran hechos esclavos. Por tanto, Mbotu se hizo muy rico, sin embargo, su fama le trajo también muchos enemigos, entre ellos la gente de Itu. Estos estaban tan furiosos con él que quería matarlo, pero no eran lo suficientemente fuertes como para vencerlo en una batalla campal, por lo que tuvieron que recurrir a la 'astucia'.

En el pueblo Itu vivía una anciana que era bruja y podía convertirse en lo que quisiera. Cuando la mujer se ofreció a matar a Mbotu, la gente del pueblo se alegró mucho y le prometieron mucho dinero y telas si lograba librarlos de su peor enemigo. La bruja, usando todos sus conocimientos, se transformó en una muchacha joven y hermosa. Después de haberse transformado, la anciana se armó con un cuchillo muy afilado que escondió en su pecho y dirigió sus pasos hacia la antigua ciudad de Calabar en busca del rey.

Sucedió que cuando ella llegó se estaba celebrando una gran obra de teatro en el pueblo, por lo que todos los habitantes de los alrededores se encontraban en el lugar bailando y festejando. Oyaikan, la bruja, fue a la obra y caminó para que todos pudieran verla. En cuanto apareció, toda la gente se maravilló de su belleza y dijeron que era tan hermosa como el sol poniente cuando el cielo tomaba los rojos colores del atardecer. Rápidamente se informó al rey Mbotu, quien, como era bien sabido, amaba a las muchachas bonitas y mandó llamarla de inmediato. Al saber de la reunión, todo el pueblo estuvo de acuerdo en que aquella hermosa joven era digna de ser la esposa del rey.

Cuando la bruja transformada apareció ante Mbotu, éste se sintió tan enamorado que decidió casarse con ella ese mismo día. Oyaikan estaba muy contenta con esto, ya que nunca esperó tener la oportunidad de vengarse tan rápidamente. Para celebrar, la bruja preparó una comida delicada en honor a su futuro marido, en la que puso una medicina fuerte para hacerlo dormir.


Ya estaba oscureciendo cuando la presunta joven terminó de bañarse en el río, así que se dirigió al lugar donde descansaba el rey cargando sobre su cabeza el plato que le había preparado. En cuanto la vio, Mbotu la abrazó afectuosamente. Luego, la muchacha le ofreció la comida que llevaba, diciendo que la había preparado especialmente para él con sus propias manos. Al oír esto, el rey, sintiéndose honrado, se comió todo lo que había en el plato e inmediatamente comenzó a sentir un insoportable sueño, pues la medicina era fuerte y hacía efecto rápidamente.

Después se retiraron a la cámara del rey. Una vez allí Mbotu cayó rendido por los efectos de la preparación de la bruja. Alrededor de la medianoche, cuando todo el pueblo estaba en silencio, Oyaikan sacó el cuchillo que llevaba guardado en su pecho y le cortó la cabeza. Luego la metió en una bolsa y salió muy silenciosamente, cerrando y asegurando la puerta detrás de ella. Posteriormente, caminó por el pueblo sin que nadie la observara, y se dirigió directamente a Itu, donde colocó la cabeza del rey Mbotu ante su propio rey. 


Cuando la gente se enteró de que la bruja había tenido éxito y que su enemigo estaba muerto, hubo gran regocijo. A tal punto llegó la dicha de aquel pueblo que su rey decidió atacar inmediatamente la antigua ciudad de Calabar. Por lo tanto, reunió a sus combatientes y los llevó en canoas por los arroyos teniendo cuidado de que nadie los viera y alertara así al ejercito del recién asesinado Mbotu.

La mañana siguiente a la decapitación, la gente del reino se sorprendió muchísimo ante la ausencia de su rey, pues éste siempre se hacía ver a la misma hora. Ante esto, su esposa principal llamó a su puerta. Al no recibir respuesta, llamó a toda la familia y, de este modo, todos juntos destrabaron la entrada. Cuando entraron a la habitación encontraron al rey tendido y sin cabeza sobre su cama cubierta de sangre. Inmediatamente un gran grito se extendió por la ciudad y todos se lamentaron al enterarse de la muerte de su rey. Aunque muchos se extrañaron porque la bella desconocida había desaparecido, no la relacionaron con la muerte de Mbotu. Tampoco sospechaban el peligro que se les acercaba por el río. En medio del luto, mientras todos bailaban, lloraban y bebían vino de palma, el rey de Itu con todos sus soldados atacaron la antigua ciudad, tomándolos por sorpresa. Como su líder estaba muerto, los habitantes de Calabar fueron fácilmente derrotados. Muchas personas fueron asesinadas y otras hechas prisioneras declarando finalmente la victoria del pueblo Itu.

MORALEJA.- Nunca te cases con una desconocida, por muy bonita que sea.


Créditos
Ilustraciones: Pamela Uribe Valdés

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