Edgardo Anzieta |
Qué hizo la
casa sin nosotros
y eso que
la queríamos
cómo se las
arregló el caballo sin nosotros y también lo queríamos
la pared no
es posible que haya dejado de existir sin nosotros
un pedazo
de teja deslizada es importante como un sentimiento que tuvimos
cómo es que
todo esto se derrumbó a pesar de mi cariño:
(las
criaturas agradecidas vienen a comer a mi mano
lanzo hacia
las multitudes el espíritu y el alimento)
el mar
resuena hueco en mis manos
el mar
lanza seres de la desdicha a la costa
está lleno
de conchas y calcio por todas partes y es bonito
a pesar de
todo mi cariño extremo es bonito lo despedazado
naufragio instante
universo con su lustre
el universo
va dejando huellas en el Tiempo
el universo
borrando huellas en el Tiempo
multitudes
de astros al infinito que nunca sabremos
edades
vienen a devorar la mano del Tiempo
la Luz se
arroja sobre los hechos
los hechos
estelares van siendo borrados de la Realidad en su calidad de hueso
a la
Realidad corren las criaturas como esos polluelos tiernos
confiados y
alegres de la buena vida
todos esos
instantes tienen millones de años de existencia
a dónde iré
a parar con mi luto del panteísmo
la sopa
está fría allá afuera siempre
yo pedía un
poco de duración tal vez
todos
pedíamos un poco de duración eminente
esta hambre
no se sacia la sed no se sacia el agua de la vida no se sacia
todo el
amor del mundo no se sacia
los
animales no se sacian se
estremecen se trizan
allá al
fondo del patio suceden las cosas terribles y un pobre ser se orina en sí mismo
una nación
pequeña tampoco se sacia en su cuchillo y el miedo
al fondo de
las naciones pequeñas sucede lo terrible
el sol
invicto y divino no se sacia
queríamos
todo lo existente pero lo existente no persiste
no sabemos
por qué nada persiste
cuesta
pensar
sentir es
doloroso
el amor era
bueno como el vino
la
embriaguez de andar desnudo por todas partes por el jardín era tan bello
terminar en
tierra embriagado en la desnudez de andar por el jardín fue inmortal a veces
ahora toca
andar reparando la cantidad de muertos que hay por los caminos
se trata de
salvar a la cantidad de muertos que hay por los caminos
como un
dios lanzo las palabras por los caminos predicando falsamente
nos es
posible otra cosa que predicar falsamente la belleza
lo
verdadero es imposible
no me es
posible recordar la sagrada familia en que estuve
todos hemos
tenido nuestra falsa sagrada familia que nos amaba
las
palabras descienden humildes
las
palabras descienden humildes ante las multitudes que no existen
los
animales no escuchan
pastan atardecen
se van para el horizonte duermen
en silencio la vida y no escuchan
pobres casi
hombres primitivos al vivir
las
palabras son inútiles y se pierden en la noche de los tiempos
por más que
nos esforcemos las palabras se pierden en la noche de los tiempos
hay
verduras temibles que existen para sí
nos
aferramos a pedazos del barro primordial
todo es el barro primordial
guardamos
con esmero la saltadura de la emoción de la sagrada familia falsa que se pierde
en la noche de los tiempos
nos
embarramos a más no poder como lo último que cabe con el barro primordial que
no se entiende terminamos exhaustos
como una criatura que se orina en sí misma
masticamos
con lentitud este tiempo este espacio de sabor salado
guardamos
la sal de la vida y no tenemos idea lo que es la sal de la vida
esparcimos
la sal de la vida predicando por los montes del Ideal enorme
repartimos
el pan y los peces que no existen y que nadie cree
en noches
muy profunda de profunda soledad recuerdo la lámpara que ardía al fondo del
nacimiento
nos hemos
quedado solos en el desierto con el leve ardor en la mejilla
sin embargo
las condiciones del mito estaban dadas
tuvimos
padre y madre
nacimos al
fondo de la realidad
nos llevaron
de allá para acá para escapar de la muerte
salvamos
pajarillos de la trampa de los hombres
los echamos a volar
resucitamos
al hombre con sus pústulas el comercio
propusimos
el pacto con el mar e hicimos figuras de barro
pero la
física se escapó de las manos
las paredes
se derrumban más allá del cariño
el universo
se derrumba más allá del cariño
verdaderamente
el agua de la vida no llega a los confines del alma:
los tiernos
polluelos son triturados por la masa de la existencia
la física se
escapó de las manos
nunca
pudimos ser el Señor del Tiempo
los
animales nos querían los hemos
exterminado por fuera y nos
queríamos por dentro
nunca hubo
sagrada familia ya hace demasiado
frío
las
palabras la lámpara se apagan cada vez
más el barro es lo último dios que hay.
6 abril 2018
El poeta chileno Edgardo Anzieta (Chillán, 1954) nos colabora en esta ocasión con un poema hasta ahora inédito, que complementa de buena manera lo que ya conocíamos de él y adelanta lo que puede ser un libro próximo. Para los interesados en su trabajo, una buena forma de entrar en sus textos es Antología del pan más blanco (2012), publicada por Eloy Ediciones. Pueden encontrar más de su trabajo poético en la revista de nuestro blog (http://eldescansoenlaescalera.blogspot.com/2018/06/la-revista-el-descanso-en-la-escalera.html), en donde también están publicados los dos primeros capítulos de su ensayo En torno al arte.
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