lunes, 15 de octubre de 2018

La crítica lovecraftiana moderna


Miguel Acevedo


Portada de la revista Weird Tales (marzo de 1942) con textos de H. P. Lovecraft




Tras la muerte de Lovecraft en 1937, la revista Weird Tales siguió publicando cuentos de su autoría casi en cada número, reeditando relatos ya publicados o imprimiendo narraciones previamente rechazadas. En 1939 se levantó Arkham House y comenzó la publicación de las obras de Howard Phillips Lovecraft en libros de bella factura. Y también se dio inicio a un intento de sistematización de los Mitos de Cthulhu, por parte de August Derleth, quien hasta se dio el gusto de ver aparecer su nombre junto al de su querido amigo, al editar trabajos en “colaboración” entre él y Lovecraft, pero que en rigor eran escritos sólo de Derleth. También surgieron otros estudiosos de la obra del Extraño de Providence, como Fritz Leiber o Lin Carter (autor de H. P. Lovecraft: The Gods, por ejemplo).

August Derleth


Fue Derleth que acuñó el concepto de “Mitos de Cthulhu”. En vida, Lovecraft se refería a ese ciclo de sus relatos como la “Yog-Sothothería” o “cthulhuismo”. August Derleth dividió el panteón lovecraftiano entre unas criaturas malignas y otras benignas, además de otras especies extraterrestres como la gran raza de Yith (que aparece en el magnífico relato “La sombra fuera del tiempo”). En el bando de las fuerzas del Mal estaban los Grandes Antiguos o Primigenios, como Cthulhu, Yog-Sothoth, Azathot o Nyarlathotep. En el bando de las fuerzas del Bien, que mantenían encerrados o desterrados a los Antiguos, estaban los Dioses Arquetípicos, creados por Derleth. Lin Carter sigue esta división y trata de establecer una clasificación un poco más rigurosa de los seres que aparecen en los relatos de Lovecraft y de otros miembros del Círculo, tratando de arrojar luz entre la oscuridad y el caos del terror cósmico. Autores posteriores que se acercaron a los Mitos, como el inglés Brian Lumley, también se adscribieron a este esquema, digamos, maniqueo.

 
Esbozo de Cthulhu hecho por H. P. Lovecraft (1934)
 
Es en los años 70 cuando aparece el fundador de lo que Robert M. Price llama la “crítica lovecraftiana moderna”: Dirk Mosig, nacido en Alemania y luego nacionalizado estadounidense. En su trabajo fundacional, el ensayo “H.P. Lovecraft: Myth Maker” (1976), rechaza la tesis de Derleth y establece que los cuentos de HPL de los Mitos, corresponden a una visión amoral y nihilista, donde la raza humana es apenas unos granos de arena en el espacio inconmensurable, y las potencias casi eternas como Cthulhu son totalmente indiferentes al hombre y su destino. Mosig escribió y estudió sistemáticamente la obra del Profeta de Nueva Inglaterra. Podemos mencionar sus ensayos H. P. Lovecraft, poeta de lo inconsciente y El gran americano despreciado, traducidos al español. El primero apareció en la mítica revista argentina de ciencia ficción y fantasía El Péndulo, número 1, en 1979. Tras Mosig ascendieron las figuras de Robert M. Price y S. T. Joshi.

Dirk W. Mosig en 1978



Price es un personaje muy llamativo. Teólogo, especialista en el Nuevo Testamento, escritor y profesor, se ha autodefinido como “escéptico religioso” y “ateo cristiano”. Es el autor del mítico fanzine Crypt of Cthulhu, que comenzó a editarse en el año 1981. Price ha escrito ensayos, cuentos y ha editado varios libros lovecraftianos, siendo una de la voces más autorizadas sobre la obra de HPL. Según S. T. Joshi, “Desde la década de 1980 Robert M. Price ha sido una especie de August Derleth revivido, con la publicación de una docena o más de antologías de cuentos de Cthulhu por los escritores antiguos y nuevos.”
 
Estamos hablando de libros y antologías de Price, editadas por Chaosium; títulos como La Saga de Hastur, La Saga de Cthulhu, El Necronomicón, El Ciclo de Dunwich, The New Lovecraft Circle, por nombrar algunos. No podemos dejar de señalar que el sello Chaosium es el creador del juego de rol La Llamada de Cthulhu y de Mythos, juego de cartas coleccionable también sobre los universos creados por Lovecraft y otros escritores. Todo este espacio de las cartas y los juegos de rol han atraído a nuevos lectores a los altares del terror cósmico en los países anglosajones, pero también en los de habla hispana, ya que varios de estos libros y juegos han sido traducidos al español.

Robert M. Price


Volviendo a Price, para hacer sus antologías buceó en viejas ediciones de revistas pulp como la Weird Tales, en fanzines y toda clase de publicaciones, para rescatar antiguas joyas y nuevas voces de la ficción extraña, autores como los ya clásicos Derleth, Ashton Smith, Robert E. Howard, el propio Lovecraft, o algunos de sus inspiradores como Arthur Machen y Dunsany. Y también a otros escritores, como Alan Dean Foster, Will Murray, Richard Lupoff, John Brunner o el llamativo y provocador artista W. H. Pugmire, que se reivindica como punk homosexual. Price también cultiva fecundamente la narrativa fantástica.

Pero si estamos hablando de los nuevos estudios de la vida y los trabajos del Soñador de Providence, el mayor experto mundial de su obra es S. T. Joshi, a quién Price le dedicó la antología La Saga de Cthulhu, nada menos que con estas palabras: “amigo y colega, reencarnación de H. P. Lovecraft”.

 
S. T. Joshi


Extracto del artículo publicado en el libro “Los Altares de la Locura. Homenaje a Lovecraft”, editado por GatoJurel ediciones, 2017.


Contacto con el autor: mfkarlos@gmail.com


Créditos:
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3 comentarios:

mfkarlos dijo...

Gracias por publicar este artículo.

mfkarlos dijo...

Y muy buenas las imágenes que escogiste.

René dijo...

Gracias a ti por el texto!