René Olivares Jara
¿Habrá que
cantar cada año
las
palabras del once?
¿Repetir
nuevamente
el horror
el martes
perdido en la memoria
y
reencontrado por las calles?
El diente
perdido de mi padre
El abrazo
de mi abuelo al encontrar
al hijo
arisco salvado del olvido
El miedo de
mi madre
de recoger
papeles en la calle
de hablar
sobre nosotros con extraños
con los
amigos
con la
familia
No hables con nadie de política
No hables de tu padre
No hables
No
desaparecimos pero
callamos
estuvimos
permanecimos
Y aprendí
que el afuera es peligroso
aprendí que
hay mucha noche en el corazón de las personas
que entre
nosotros viven asesinos
que los
cuchillos creen tener honor
que las
manos acarician
o queman
con cigarros
que hay
hermanos y hermanos
que la
normalidad es frágil
y que el
horror siempre está presente
pero que a
veces se desata
Yo no
estuve
pero
estuve.
No vi los
tanques
pero sentí
la bota
No perdí mi
diente de una patada
ni dormí en
una cama enchufable
pero
callamos mucho tiempo
y el once
no es un número en el calendario
es la
cicatriz en el corazón
la esquina
en que dobló la vida.
¿Habrá que cantar
cada año
las
palabras del once?
¿Repetir
tal vez
esperanza horror
memoria?
Habrá que
cantar cada año
mientras el
once viva
todavía
entre nosotros.
(11-09-2020)
2 comentarios:
Muchas gracias! un gran poema!
Maravilloso René !
Un gran abrazo,
Denisse
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